Los Celos amorosos

En todo amor autentico existe inevitablemente algún elemento captativo: se quiere guardar para si a la otra persona que es para nosotros fuente de felicidad.
Esto es normal y comprensible, y contribuye a proteger contra una dislocación demasiando fácil; una cierta celotipia objetiva y dominada sirve entre otros para asegurar la continuidad del hogar, necesaria para los hijos.
La ansiedad que sobreviene bajo la amenaza real de perder al ser amado puede desempeñar un papel constructivo, como todos los conflictos a través de los cuales la pareja se busca y madura. Pero si es normal atravesar por los conflictos, no es normal que se instalen. La garantía mas segura contra la ansiedad de los celos es la confianza; confianza en si y en el compañero.

Confianza en la otra: no temer confiarle sus sentimientos reales y comprender lo que le causa miedo o vergüenza, cuando estos sentimientos persisten y arriesgan abrir un foso entre los compañeros. Confianza en si: no dejarse mutilar, absorber la falsa esperanza de agradar mas o de retener mejor al compañero.

Esta confianza no puede nacer mas que del dialogo, abierto y real que difiera de la discusión conducida por la razón , en el dialogo, donde se expresa para hacerse comprender, no para ganar la guerra, No se dice: “Buscas el tener una aventura con X , sino: “ Estoy inquieto y celoso: tengo la impresión de que quisieras tener un a aventura con X..”

El dialogo honesto y constructivo no es solamente remedio contra los celos, sino un exigente para el mantenimiento de un pareja verdadera. Es evidente que la relación entre hombre y mujer no tendrá un carácter duradero mas que en la medida donde los compañeros estén satisfechos en sus necesidades emocionales, síquicas, intelectuales, físicas y sexuales.
Esto implica que el matrimonio duradero por venir será mejor que el matrimonio de antaño, porque los ideales y los objetivos estarán a un nivel más elevado de conciencia y razón.

Porque dentro del matrimonio, es preciso un poco de libertad, un poco de independencia para que se pueda vivir juntos todos los días de la vida, en la misma casa,

Los celos, no deben de ser objeto de reproches: nadie es responsable de su inconsciente profundo. Es una protección para el que se muestra celoso:
Esto tiene una razón suficiente para que así sea,
El peligro más grande, el peor de los obstáculos hacia la curación queda en la ignorancia: ignorar que se esta manejando por manipuleos inconscientes y protegerse de la verdad por los razonamientos, las proyecciones y otros mecanismos de defensa.
Conviene saber que en nuestro mundo moderno, vivimos para la mayoría con una afectividad enferma que se expresa por trastornos, tales como: hipermotividad; emotividad inhibida; dificultades de amar o de dejarse de amar, sensaciones deformadas de inferioridad, de incapacidad, de impotencia, de culpabilidad, de angustia de sentimientos; exageración de las demostraciones sentimentales, agresividad, hostilidad disimulada; imposibilidad de adaptarse; incapacidad de ser feliz y de disfrutar la vida.
La mayoría de nosotros son relaciones falsas en nosotros mismos, los somos en consecuencia con los demás. Es preciso no olvidarlo si queremos evitar caer en la manía moralizante, tan vana como absurda, con respecto a los celosos.